En esa hora maldita

En esa hora maldita

domingo, 22 de enero de 2017

A veces sucede

Y a veces sucede que tu risa  se cuela por el aire que respiro y me remueve por dentro hasta hacerme sonreir. A veces sucede que quiero resistirme a salir de debajo del disfraz oscuro y frío que me mantiene a la distancia necesaria de tus labios para no perder la cabeza,  pero me miras, me hablas, me escribes y rompes en pedazos el muro que me protege de los peligros que trae a mi ajada piel de gallina alguien como tu. A veces sucede que maldigo el placebo que me vendieron como vacuna para resistirme a tu aroma, al calor de tu fugaz abrazo, a esa manera tan dulce que tienes de sacarme de quicio discutiéndome hasta la última coma de lo que digo. Eres como un soplo de aire fresco que quema mis bronquios y duele a la vez que me regala el oxigeno necesario para escribir un verso más. No me mires así ni pongas cara de susto, que lo único que pasa es que a veces mi corazón necesita una excusa, una razón, un motivo para latir una vez más y empujar cuatro letras desordenadas por la ventana que da a la calle donde ojos extraños de gente sin rostro puedan leerlos. Sí, volví a escribir pedacitos de mí entre oraciones que fueran buscando alguna risa franca y sincera que encajara entre las mías y se encontraron con la tuya y mi sonrisa ya no parece completa si no busca la tuya y mi vida es más vida en los, siempre cortos, ratos en los que estás cerca de mí. No se porqué, no se como y no me importa, tan sólo río contigo mientras escribo y pienso que a veces... a veces sucede. Cualquier dia te lo digo mirandote a los ojos y verás ;) .

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