En esa hora maldita

En esa hora maldita

sábado, 9 de enero de 2016

Año nuevo

---¿Ya has pedido tus deseos al año nuevo?
Se lo vomité así, a puerta gayola, con la esperanza de pillarle desprevenido, pero eso nunca es fácil con Carlos. Me miró, apoyo un codo distraidamente en la barra pensando en que contestarme, como si pusiera especial cuidado en no decir ni una palabra de más, ni una de menos.
---Todo el mundo se apresura a pedir sus deseos para el año nuevo la misma nochevieja. Yo prefiero tomarme unos días de reflexión, ya sabes, para intentar saber donde estoy y donde quiero llegar.
En realidad no soy de pedir mucho. No me entiendas mal, no es que no tenga deseos por cumplir ni metas que alcanzar, es que con los años uno aprende a desear lo que tiene, en lugar de sufrir deseando lo que no tiene y tal vez nunca tendrá. Supongo que estoy en ese punto de la vida que llaman "hacerse mayor", mas reflexivo, menos impulsivo, con las metas más claras. Ando el camino pero ya no corro, prefiero llegar bien y descansado, sin perderme ni un detalle de la ruta, que salir corriendo sin saber muy bien hacia donde. A fin de cuentas el camino puede ser tan gratificante o más que la meta misma. Tengo cierto orden en mi caos, un poco de paz interior que me permite dormir algunas horas cada día y mil motivos para sonreir de vez en cuando. Creo que si tuviera que pedir algo, pediría un nombre.
--- ¿ Un nombre? ---Le pregunté mientras sentía que lo había vuelto a hacer, partiendo de una pregunta banal e intrascendente, casi de tramite por estas fechas, había despertado mi curiosidad sin remedio, me sorprendí a mi mismo escuchando con atención intentando descubrir donde acabaría aquello.
--- Si, un nombre. A veces me siento como un pobre Adso de Melk dando tumbos sin la luz de un Fray Guillermo de Baskerville que me guíe. Tropiezo cada dos por tres con algún hermano Jorge, enemigo de la risa y de la vida que hace lo posible por amargar mis días recordándome lo alejado que estoy del Dios de un modo u otro buscamos todos. En realidad no siento la necesidad de encontrar ese final divino. El balance del año me parece bueno, no porque me haya llevado a ninguna meta en concreto, sino porque me ha traído cosas agradables y personas interesantes que iban de paso, pues en realidad nadie llega para quedarse, aunque la huella que han dejado en mi no se borrará nunca mientras viva. Quizás esa es la manera que yo entiendo la Eternidad: una mirada que no olvidaré, un aroma que volverá a mi cada mañana, el calor de una sonrisa que un día provoqué, un abrazo que ya no está, pero que estuvo... Todo eso vivirá eternamente o al menos hasta que yo fallezca, que es todo el tramo de la eternidad que me interesa. Así que para el año nuevo lo único que pido es avanzar algo más en el camino y, si es posible,  un nombre, el nombre de mi rosa. Cuenta la historia que Adso nunca supo el nombre de su rosa y que jamás se arrepintió de tomar el camino que le alejaba de ella, pero yo creo que no es cierto. Seguro que a lo largo de su vida hubo mil noches en los que lo habría dado todo por poder susurrar al viento algo tan sencillo como eso: El nombre de la rosa. Eso quiero yo, quiero atreverme a decir su nombre, sin miedo, asumiendo plenamente que es ella;  porque la rosa, querido amigo, está ahí,  pero una parte de mi se niega a aceptar que es ella y calla su nombre en un vano intento de que las cosas sigan como siendo como son. Decidido, al año nuevo le pido poder gritar al viento un nombre, el nombre de la rosa.
--- Parece fácil ---le digo mientras el camarero llega a ver que queremos.
---No lo es ---Me dice--- Pero podemos brindar igualmente por el año que entra, seguro que este buen hombre nos concede, al menos, este deseo.
El camarero esboza una amplia sonrisa mientras se ofrece diligentemente a calmar nuestra sed:
--- ¿Nordés? ---Pregunta retóricamente.
--- Si eres tan amable ---contesta Carlos.
Brindamos con un correctísimo "¡Feliz año!" y reimos. Le miro un momento y pienso que no se si Carlos es consciente de como le brillan los ojos cuando habla de su rosa...

Feliz año a todos.

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